octubre 18, 2012

Saltando la valla de Melilla

La desesperación los llevó a saltar en grupo aún sabiendo que es la peor forma de intentarlo. Pese a ello, en los últimos tres días, más de 150 inmigrantes subsaharianos han logrado traspasar la valla, otros cientos se han quedado al otro lado ocultos en el monte Gurugú a la espera de la represión de las fuerzas marroquíes  que en el mejor de los casos, terminará abandonándolos en tierra de nadie para que crucen a la ciudad de Oujda, en Argelia. Otros quizás no tengan tanta suerte y sean deslocalizados desierto adentro para que mueran en silencio, como ocurrió el año 2005 y 2006. Todo dependerá de la histeria hipócrita de Bruselas y de si en épocas de crisis económica se abrirá el grifo de los euros para poner en marcha la maquinaría represiva al otro lado de la valla. Mientras tanto, los que han logrado cruzar la valla cierran el primer capítulo de un viaje que seguirá siendo incierto.