diciembre 12, 2011



Esperando a Rajoy y su programa económico
Han pasado más de tres semanas del triunfo del derechista Mariano Rajoy por mayoría absoluta y nosotros aún seguimos esperando por la materialización de su programa económico aquí en la tierra. Ya sabemos que lo único concreto que este hombre ha dicho durante los últimos años es que se vienen tiempos duros y que las cosas hay que hacerlas como dios manda. A veces simplemente nos remite al oasis del depende, y en otras, la mayoría, escenifica una puesta en escena exitosa en donde habla y habla, para al final no decir nada, nada concreto que salga de la vaguedad en que siempre se mueve el líder del Partido Popular (PP). A pocas semanas de coger la bomba de relojería en que se ha transformado la economía española, el hombre sigue mudo, de nada han servido las editoriales del Wall Street Journal (WSJ) llamando a la concreción no sólo ya de las medidas a adoptar sino que trazándole el camino de la envergadura de las reformas que este tenía que llevar acabo. Al estilo Thatcher escribieron en el decano de la economía mundial sin cortarse un pelo y con seguridad ideológica.
Y mientras tanto Mariano a lo suyo; recibiendo a los banqueros españoles, alguna fotografía en su despacho atiborrado de papeles que lo capturan trabajando, otra visita al Palacio de la Moncloa para charlar con Zapatero de lo mal del estado de las cosas. La prima de riesgo subiendo, los mercados financieros internacionales nerviosos por la actitud de su candidato, mientras tanto, el hombre llamado a ser el ejecutor del modelo neoliberal al estilo español, continúa en estricto silencio. Estos últimos días en Marsella, a propósito de la cumbre europea del PP, por fin habló con Sarkozy y Merkel para transmitir lo que él llama confianza. Dicen que repitió hasta la saciedad de que España haría cueste lo que cueste las reformas para cumplir con sus compromisos. También trascendió que Rajoy esbozó su programa de recortes sin entrar en grandes detalles, las mismas fuentes, sostienen que alemanes y franceses se entusiasmaron con el calado de los recortes sociales, disciplina fiscal dicen desde el PP, sin embargo, poco fue lo que se dijo de este desconocido fuera de España, ni siquiera los más importantes líderes del PP europeo se quedaron a escuchar su discurso que le habían programado casi a última hora, también hay que decirlo.
Es probable que comience a repartir sus regalos días previos a navidad. Pero también es cierto que su prudencia política y su conservadurismo católico le pueden llevar a no querer contaminar el espíritu navideño y entregarse al simulacro de cambio de año. Aparcar así para la segunda semana de enero, un primer discurso contundente en dónde nos diga, por fin, la envergadura de los recortes sociales que proyecta su equipo económico en la sombra. O será necesario alargar la espera hasta marzo.
Tiempo han tenido para redactarlo, ahora acumulan fuerzas y sólo buscan el momento idóneo para lanzarlo por cadena nacional un día venidero. Imagino que leerán los encabezados de los recortes, darán cifras de ahorro fiscal, pondrán cara de circunstancias, volverán al papel y leerán otro recorte social, más ahorro y menos cohesión social…las consecuencias sociales de las medidas serán obviadas por la necesidad del ajuste, dirán en su defensa.
Y quizás resultaría más simple salir al balcón de la calle Génova y gritar con megáfono en mano lo que ha pensado tantas noches de insomnio y que de alguna manera ya todos sospechamos: Hoz vai a joder, pero es por vuestro bien, por el bien de España, creedme..

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