diciembre 28, 2009

Protocolos de navidad


La mayoría de los viandantes no se percatan de esta pieza gráfica estampada en la cabina telefónica. Por la mañana, tarde y noche van de aquí para allá con el espíritu navideño grabado en las bolsas que se acumulan tras cada tienda que visitan. Son muchos años de clavar el ojo avizor sólo tras lo que se expone al otro lado del escaparate o en los cuatro pilares fundamentales de su vida privada; por eso vagan en manadas, para no perder el rumbo y quedar extraviados en algún callejón del centro histórico y poco comercial en donde sólo hay una farola que desdibuja siluetas perfectas. El discurso comunicacional del terror que acrecienta la crisis económica desde principios de año, se apacigua y hace del gordo de la lotería española el caudillo de la esperanza nacional por estos días.
Las colas fueras del INEM siguen recibiendo a los efectos colaterales de otra crisis del capitalismo para recibir su prestación por desempleo, mientras desde la orilla de la parodia empresarial se exige el despido más barato y fulminante. Hace unos días el presidente de la patronal española, Gerardo Díaz Ferrán, mandó a toda la plantilla de su aerolínea Aircomet a la puta calle, ya llevaban más de seis meses sin cobrar y ahora ni siquiera pueden ir al paro porque no están finiquitados, siete mil pasajeros sin un ala de metal vagan por Barajas desde hace días en otra estafa de cuello blanco.
No quedan plazas en otros vuelos para poder embarcarlos a todos, hay asientos comprados con mucha antelación por el Estado español a las líneas comerciales para deportar a los inmigrantes sin papeles que fueron cazados en alguna plaza de Madrid a media tarde cuando se volvía del curro, o cuando tuvo que ir al locutorio para asegurarse de que había alguien al otro lado del auricular que seguía esperando por su voz entrecortada. Otros esperan su repatriación forzosa en las cárceles de la libertad de movimiento que tienen el nombre de CIE (centro de internamiento de extranjeros) y que se multiplican por la Europa moderna.

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