febrero 04, 2012

Bajo cero



Una ola de frío siberiano recorre por estos días el continente europeo dejando aún más helados a sus habitantes ya aturdidos por la crisis económica devenida en recesión. Decenas de miles de sin techo cogerán alguna plaza de emergencia en un albergue, otros buscarán refugio en algún cajero o bocanada de metro, algunos no lograrán aguantar hasta el lunes para cuando se dice que el temporal remitirá (hoy sábado ya van más de 200 muertos). Dicen que este fin de semana como temperatura máxima con suerte llegaremos a los cero grados, que se congelarán las tuberías, que los rostros por las calles tendrán color rojizo porcelana a punto de cristalizarse, alguno querrá ver en el fenómeno atmosférico la mano de dios abofeteando a los europeos por su alejamiento de los valores cristianos. Otros dedicarán este fin de semana a documentarse y ordenar sus pensamientos a la espera de que todo acabe el 21 de diciembre, según su libre interpretación de los Mayas. Millones de currículos que se han desviado del contenedor azul para terminar en la basura, serán reciclados para encender las hogueras y así calentar las manos de los que no tienen tierra, ni nada que trabajar por estos días. El cierre de Megaupload y sus derivados provocará mayor ansiedad este fin de semana; otro suicidio preventivo se ejecutará en privado y no saldrá en ninguna necrológica. Algún grito de hastío ante tanta mierda brotará por entre los labios y se confundirá con el vaho, las palabras se transformarán en estalactitas que girarán en el aire en busca de aquel, que aún hoy, ni siquiera esta dispuesto a levantar la vista más allá de su metro cuadrado. Toda Europa se tiñera de blanco gélido y el único calor que emanará será el de la sangría social después de tanta política de shock económico. Esto último sólo se verá con gafas 3D que no venden ni regalan en ninguna parte.
Y llegará el lunes y los rotativos de la prensa harán balance de la situación, cifras y más cifras que se confundirán con la prima de riesgo, la calificación de las agencias, la bolsa, el déficit, los recortes sociales, en decenas de juzgado se contabilizarán los millones de euros robados por el lumpen burgués español. Será otra semana en donde veremos al juez Garzón en el banquillo de los acusados por haber tenido la osadía de investigar los crímenes franquistas. Es muy probable que esta semana tampoco sepamos nada de la ya, a estas alturas, mítica reforma laboral de Rajoy. Lo más interesante que pinta la semana es la irrupción de los yayoflautas secuestrando otro autobús urbano de Barcelona, no sólo para reivindicar la alza del servicio sino que también la memoria histórica y todas esas mochilas de valores en extinción que cargan los viejos que hoy se mueven más que nosotros.

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