agosto 15, 2008

Bolivia : ¡Ahora es Cuando carajo!


La nueva Bolivia ha ratificado su decisión de avanzar en el proyecto social y político más interesante que ha conocido Latinoamérica en la última década. Con el casi 100% de los votos escrutados el Presidente, Evo Morales, ronda el 68% (en 2005 ganó la presidencia con el 53,7%) de los votos a nivel nacional y de paso tumba a los gobernadores derechistas de dos puntos estratégicos como son La Paz y Cochabamba. El Presidente indígena gana en seis de las nueve regiones : La Paz (83,2%), Cochabamba (70,9%), Oruro (83%), Potosí (84,6%), Pando (52,5%) y Chuquisaca (53,8%). El oriente boliviano ratifica a sus prefectos que han convocado un paro social para el 19 de agosto, en un berrinche oligarca más que se escuda en el discurso de la autonomía y que cuenta con el apoyo de los grandes conglomerados de la prensa internacional que ahora se cuelgan a los datos de Santa Cruz, Beni o Tarija para afirmar dramáticamente que la sociedad boliviana está dividida en dos, cuando la realidad salida de las urnas, es que dos tercios de la población apuestan por esta revolución indígena que por el momento no necesita fusiles para imponerse ante la vorágine desestabilizadora.
Lo que pasa en Bolivia hoy en día lo resume muy bien el periodista argentino, Martín Sivak, autor del libro “Jefazo” que desde 1995 ha sido la sombra de Morales: “El conflicto en Bolivia es étnico; es territorial también, pero, sobre todo, es de clases sociales.
Y como me diría el amigo poeta boliviano, Jorge Campero, hace precisamente un año en el boca y sapo; ¡ahora es cuando carajo! Es el tiempo de no perder las coordenadas de un proceso parido por los excluidos que por primera vez puede convertirse en realidad. Es la hora de rayar la cancha democrática-legal a los señoritos de la tierra, de las prebendas y las consultas ilegales que atemorizan con sus grupos de choque civiles armados de bates de béisbol. Ahora es cuando se debe cortar de raíz las aspiraciones de quienes no conformes con perder en las urnas golpean las puertas de los regimientos para provocar un alzamiento militar que derroque al Gobierno legítimo de Bolivia y retrotraiga la historia a su punto más negro en donde cien familias locales, Estados Unidos y la comunidad internacional financiera dicten el futuro siempre tacaño con la mayoría indígena.
Ahora es cuando no hay que torcer la mano ante el discurso nacionalista cruceño que siempre ha querido ser blanco impoluto y cargado de dinero. Bolivia es una sola y no hay espacio para discursos autonomistas que no quieren dialogar, sino que encrespar e impedir el desarrollo socio-político de la nueva Bolivia que por primera vez en la historia ha reducido a niveles mínimos la lacra del analfabetismo. Ahora es cuando hay que avanzar con la cabeza bien en alto y los ojos abiertos ante toda la pantomima internacional que ni siquiera sospecha lo que realmente está pasando en Bolivia y lo intentan explicar todo a través del manoseado concepto del populismo.
(Fotografía: esperando a Evo, Sucre, mayo de 2007. R.soto)

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